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Mostrando entradas de marzo, 2011

El huésped - Amparo Dávila

Nunca olvidaré el día en que vino a vivir con nosotros. Mi marido lo trajo al regreso de un viaje. Llevábamos entonces cerca de tres años de matrimonio, teníamos dos niños y yo no era feliz. Representaba para mi marido algo así como un mueble, que se acostumbra uno a ver en determinado sitio, pero que no causa la menor impresión. Vivíamos en un pueblo pequeño, incomunicado y distante de la ciudad. Un pueblo casi muerto o a punto de desaparecer. No pude reprimir un grito de horror, cuando lo vi por primera vez. Era lúgubre, siniestro. Con grandes ojos amarillentos, casi redondos y sin parpadeo, que parecían penetrar a través de las cosas y de las personas. Mi vida desdichada se convirtió en un infierno. La misma noche de su llegada supliqué a mi marido que no me condenara a la tortura de su compañía. No podía resistirlo; me inspiraba desconfianza y horror. “Es completamente inofensivo” —dijo mi marido mirándome con marcada indiferencia. “Te acostumbrarás a su compañía y, si no lo con

Los veinte amigos de William Shaw - Raymond E. Banks

El hecho de que un mayordomo llame a la puerta de mi casa no es muy frecuente, y aún menos si el hombre lleva en la mano una cesta fiambrera. Sin embargo, dejé pasar a Higgins porque trabajaba para William Shaw, en una ocasión... Bien, el caso es que me hizo un gran favor. Higgins era amablemente ceremonioso y me trasladó los respetos de su patrón. Yo saqué una botella de mi mejor vino, recordando aún mi deuda moral, ya que William Shaw era un antiguo y sincero amigo. —Póngame al día —le pedí—. Hace mucho que no veo al señor Shaw. Sí, desde que se... —Desde su matrimonio —indicó Higgins, sosegadamente. Yo siempre había admirado la firme mandíbula y la precisa forma de hablar de Higgins. Era la clase de mayordomo capaz de dirigir de forma competente, con sólo la sombra de un ceño o una sonrisa, cualquier asunto que se planteara. Ahora su rostro parecía esculpido en piedra; tenía todo el aspecto del hombre consagrado a un propósito. Repitió—: Desde su matrimonio. —Grace Shaw era más

Levitación - Joseph Payne Brennan

El "Morgan's Wonder Carnival" hizo su entrada en Riverville para pasar allí una noche y asentó sus tiendas en el gran prado que había junto al pueblo. Era una cálida tarde de primeros de octubre y, hacia las siete, ya se había reunido una considerable multitud en la escena de la tosca función. El circo ambulante no era ni de gran tamaño ni de considerable importancia dentro de su género; sin embargo, su aparición fue animadamente recibida en Riverville, una aislada comunidad montañosa, a muchos kilómetros de los cinematógrafos, teatros de variedades y campos deportivos situados en ciudades más importantes. Los habitantes de Riverville no pedían entretenimientos refinados; por consecuencia la inevitable "Mujer Gorda", el "Hombre Tatuado" y el "Niño Mono" les daban motivo para charlar animadamente ante cada uno de ellos. Se llenaban la boca de cacahuetes y palomitas de maíz, bebían vaso tras vaso de limonada, y se pringaban los dedos tratand

Habitación con vistas - Hal Dresner

Con el frágil cuerpo cubierto por edredones y descansando contra seis de las más espesas almohadas que el dinero podía comprar, Jacob Bauman observó con disgusto a su mayordomo, que colocaba ante él la bandeja del desayuno y descorría las cortinas, dando entrada en la habitación a la luz del dia. -¿Desea que abra las ventanas, señor? – preguntó Charles. -¿Quieres que pille un resfriado? -No, señor. ¿Necesita algo más el señor? Jacob meneó la cabeza, introduciendo una punta de la servilleta entre el pijama y su escuálido pecho. Se echó para delante y destapó la fuente del desayuno. Luego volvió a enderezarse y miró a Charles, que permanecía, como un centinela, junto a la ventana. -¿Esperas una propina? - preguntó Jacob, ásperamente. -No, señor. Espero a la señorita Nevins. El doctor Holmes dijo que no debía quedarse usted a solas ni un momento, señor. -¡Lárgate, lárgate! -dijo Jacob-. Si decido morirme en los próximos cinco minutos, te llamaré. No te perderás nada. Vio salir al