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Mostrando entradas de febrero, 2022

Jugadores a Cero-G - Algis Budrys

Lo ocurrido era increíble. Un sonido que iba en disminución, como el gemido de un banshi moribundo, vibraba aún en el aire y hacía que a Nathaniel Wollard le doliesen las muelas. Apartó con amargura varios la­drillos, la cubierta de plástico de un gabinete de control, varios cristales, un conjunto de cubiertas de plástico de los mandos, una sección del núcleo de una calcula­dora electrónica y varias ramas pequeñas de un roble. Después, se sentó. Las gafas de Wollard se habían roto por el puente y las dos lentes le colgaban de las orejeras. Se las colocó otra vez ante los ojos y miró a su alrededor con incre­dulidad. Todos los edificios estaban arrasados. No había ni un solo grano de polvo en la franja de servicio de lo que habla sido el único cobertizo utilizable de la vieja pista perteneciente al Aerospacio McNeil.  El cobertizo estaba totalmente destruido. Sus pedazos y los de las estructuras que antes lo rodeaban, todavía iban cayendo a su alrededor. Wollard cuadró los hombros y c

Los tres centavos marcados - Mary Elizabeth Counselman

Todos estuvieron de acuerdo, después que pasó, en que todo el asunto era la idea de una mente retorcida, un ajedrez jugado por un loco, en el que las piezas, en vez de trozos de marfil o de ébano tallados, eran seres humanos. Lo extraño es que nadie dudara de la autenticidad del "concurso". El público no parece haberlo considerado en ningún momento como la jugarreta de un activo bromista, ni siquiera como una maniobra publicitaria. Jeff Haverty, director del News, propuso la teoría de que el asunto pretendía ser un inteligente, aunque bastante bien planeado experimento psicológico, el cual terminaría con la revela­ción de la identidad de su inventor y una gran carcajada de todo el mundo. Tal vez lo que dio al hecho tan amplia trascendencia fue el impactante modo de anunciar. Branton, la ciudad sureña de unos 30.000 habitantes donde aconteció el suceso, des­pertó una mañana de abril con todos sus árboles, postes de teléfono, costados de las casas y frentes de las tiendas c