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Mostrando entradas de mayo, 2022

Refugiado - Arthur C. Clarke

- Cuando venga a bordo - dijo el capitán Saunders mientras esperaba que la rampa de desembarque quedara en posición -, ¿cómo deberé llamarle? Hubo un prolongado silencio mientras el oficial de navegación y el ayudante del piloto se ponían de acuerdo respecto al problema del protocolo. Luego, Mitchell cerró el control principal y todos los mecanismos y circuitos de la nave quedaron de inmediato en suspenso al cortarles el fluido eléctrico. - La manera en que uno debe dirigirse a él - y lo pronunció con el mayor cuidado -, es «Su Alteza Real». - ¡Bah! - rugió el capitán -. ¡Que me parta un rayo si alguna vez llego a usar una expresión tan ridícula! - En estos tiempos de rápidos cambios y exaltación democrática - arguyó Chambers -, creo que «señor» es más que suficiente. Y no hay necesidad de preocuparse si uno se olvida. Hace ya mucho tiempo que nadie ha sido enviado a la Torre por algo de tan poca monta. Además, este Enrique no es un personaje tan severo como lo fue aquel ot

La calle del Colgado - Leyenda mexicana

En la actual calle de Venustiano Carranza, antes llamada “de la cadena” tuvo lugar un suceso que origin ó la presencia de un espectro, y con é l, esta leyenda. Nos encontramos en los a ñ os finales del siglo xvi . Los vecinos de la Nueva Espa ñ a, integrados por indios, mestizos, espa ñ oles, y frailes peninsulares en su mayor í a, viv í an en permanente temor debido a la gran cantidad de cr í menes que ocurr í an a diario, al parecer ejecutados por el mismo sujeto. Por las noches, en cualquier momento, se escuchaban fuertes alaridos en la calle, que el asesino profer í a mientras escapaba. La poblaci ó n sab í a que se acababa de cometer un crimen y entonces, pon í an seguro a las puertas y ventanas de sus casas con fuertes trancas. Algunas personas lo llegaron a ver. Corriendo, gritando, y a ú n empu ñ ando la daga, el ser terrible parec í a volar entre las calles empedradas. Todos los que lo vieron o escucharon, creyeron que era el demonio. As í , el fraile Zanabria, que en