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Mostrando entradas de octubre, 2022

Rincón de la poesía: La novia de Corinto - Wolfgang Von Goethe

Procedente de Atenas, a Corinto llegó un joven que nadie conocía. Y a ver a un ciudadano dirigióse, amigo de su padre, y dizque habían ambos viejos la boda concertado, tiempos atrás, del joven con la hija que el cielo al de Corinto concediera.   Pero es sabido que debemos caro pagar toda merced que nos otorguen. Cristianos son la novia y su familia; cual sus padres, pagano es nuestro joven. Y toda creencia nueva, cuando surge, cual planta venenosa, extirpar suele aquel amor que había en los corazones.   Rato hacía ya que todos en la casa, menos la madre, diéranse al reposo. Solícita recibe aquélla al huésped y lo lleva al salón más fastuoso. Sin que él lo pida bríndale rumbosa vino y manjares, exquisito todo, y con un "buenas noches" se retira.   No obstante ser selecto el refrigerio, apenas si lo prueba el invitado; que el cansancio nos quita toda gana, y vestido en el lecho se ha tumbado. Ya se durmió... Pero un extraño huésped, por la entornada puerta deslizándose, a despe

El pabellón del descanso - Amparo Dávila

Por más que lo intentaba no podía dejar de pensar que todo había comenzado, o se había desencadenado, con la visita de la Nena y de Billy. Angelina se había esforzado demasiado en tener la casa impecable, y todo correctamente organizado para impresionar bien al cuñado norteamericano y que él tuviera la mejor opinión de la familia de su mujer y de su casa.  Cosas como estas son muy importantes al principio del matrimonio, y más si se toma en cuenta que Billy pertenecía, según la Nena le había platicado en sus cartas, a una familia muy distinguida, conservadora y en extremo escrupulosa, que había puesto varias objeciones al matrimonio de Billy y de la Nena, por no saber — ¡claro está!— de qué origen era la Nena, pero que finalmente había tenido que dar su consentimiento.  Ni Angelina ni su tía pudieron asistir a la boda por encontrarse la señora muy delicada de salud en esos días, y ella no se había hecho el ánimo de dejarla enferma y sola.  La Nena se había casado a fines del año anteri

La piedra de las estrellas - Valentina Zuravleva

    Hace cinco siglos, un meteorito cayó cerca de la ciudad de Ensisheim, en el Alto Rin. Para que el cielo no volviera a llevárselo lo ataron con cadenas al muro de la iglesia. Un hábil artesano grabó en él estas palabras: «a propósito de esta piedra, son numerosos los que saben mucho, todos saben algo, pero nadie sabe lo suficiente». Cuando pienso en el meteorito de Pamir, acuden involuntariamente a mi recuerdo aquellas palabras. A propósito de él, yo sé mucho; sin duda más que cualquier otra persona. Pero estoy lejos de saberlo todo. Sin embargo, me acuerdo perfectamente de lo esencial. Tan perfectamente como si datara de ayer. Hace seis meses, los periódicos anunciaron la caída de un meteorito en el Pamir. Aquella breve información, apenas media docena de líneas, retuvo inmediatamente mi atención. Tal vez penséis: ¿qué podía haber de interesante en un meteorito para un bioquímico?  Debo aclarar que los bioquímicos siguen con mucha atención todo lo que concierne a los meteoritos. En