Los curiosos - Juan Gabriel Vásquez
Durante la mañana comenzamos a darnos cuenta de que ya éramos varios, pero nadie puede asegurar ahora quiénes llegaron primero y quiénes después, nadie puede establecer esas primogenituras banales. Siempre ocurre igual en el lugar de una tragedia: los curiosos se van agolpando poco a poco, sin método ni constancia, como el agua acumulada, y de repente hay una multitud donde antes había solo un vagabundo desocupado. Y así nos ocurrió a nosotros junto al río Medellín. Podemos pensar que los primeros llegaron a la orilla y se pararon entre la hierba crecida, sin saber muy bien dónde pisaban -sintiendo en las suelas de los zapatos la superficie incierta y barrosa de la ribera-, y manteniendo siempre varios metros de distancia con la línea de bomberos, para no estorbar. Los siguientes buscaron un espacio debajo del puente, en la plataforma de concreto donde nacen los pilares, porque desde ese lugar se tiene una mejor visión de las maniobras, y en algún momento alguien pensó que ya lo s