Historia de Sencillo - Isidoro Blaisten

    Tiempo ha, cuando los hombres hablaban en latín, existía en el reino de Ovillar un sastre viudo que tenía tres hijos: Tofillo, Jafetillo y Sencillo.
    Los tres se dedicaban a hilvanar recuerdos.

    Venía un poderoso y les decía:

    - Quiero que me hilvanen estos recuerdos para mañana. 

    Jafetillo y Tofillo se ponían uno de cada lado, tomaban el hilo del tiempo y lo estiraban cuan largo era, mientras Sencillo iba colgando los recuerdos.

    Un día, el sastre viudo murió. Distraído, se había clavado la aguja en la vena cava.

    No tuvo tiempo de nombrar al primogénito.    

    La lucha entre los hermanos no tardó en desencadenarse.

    Jafetillo quería ahorcar a Sencillo, apretándole el cordel del tiempo alrededor de la garganta como lo hacen los tugs. 

    Tofillo trataba a toda costa de agarrarlo distraído para echarle un recuerdo venenoso en el café con leche.

    Jafetillo y Tofillo no daban pie con bola. Sencillo, siempre en otra cosa, nunca estaba cuando ellos tenían que matarlo.

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