¡Que Peligro Matar! - Armando José Del Valle Rodríguez
- ¡Vamos deprisa! Comienza a amanecer y pronto Emiliano llegará al cruce del camino.- bajando la voz como temiendo ser escuchado, le susurraba Plinio a su compañero escondiéndose tras la gigantesca ceiba de donde se divisaba a lo lejos, en el fértil valle, el pueblo del Mortiño. Para abril, en aquellas frías tierras, los destellos del alba invadían la oscuridad con más premura, como la que vivían aquellos dos maleantes en espera de su inocente víctima. - Ya llega. Agáchese... - Plinio murmurando le dice a su compinche. Emiliano, con signos de cansancio, lleva paso a paso su desgarbado caballo. De repente saltan de la maleza los bandidos y en medio de nada, lo han derribado a tierra. El destello de sus cuchillos rasga el alba, y el silencio sonoro de los grillos madrugadores es atravesado por los lamentos de Emiliano herido de muerte. Rápidamente los fascinerosos han tomado sus sombreros y mochilas resguardados tras la ceiba y pr...