Médico y maestro - Cuento alemán
Cuando el tremendo pícaro alemán Till Eulenspiegel llegó a Nuremberg, lo primero que hizo fue poner carteles en las puertas de las iglesias presentándose como un famoso médico capaz de curar toda clase de enfermedades. Lo cierto es que en el hospital de Nuremberg había muchos enfermos; demasiados. El director estaba preocupado y pensó que nada perdería con probar. Se encontró con Till y le preguntó si podía hacer algo por sus pacientes. –Por quinientas monedas de plata –aseguró Till–, puedo curarlos a todos. El director del hospital, por supuesto, no le creyó una palabra. Pero tenía curiosidad por saber cómo se las arreglaría ese farsante para hacerse pasar por médico. –Está bien –le dijo–. Podemos pagar las quinientas monedas, pero sólo después de ver con mis propios ojos que los pacientes están sanos y fuera del hospital. Till Eulenspiegel fue de inmediato al hospital, donde revisó cuidadosamente a los enfermos, uno por uno. Antes de despedirse, hacía jurar al enfermo...