El monstruo y la doncella - Zelazny Roger
Un gran desasosiego cundió entre la gente, pues había llegado otra vez el momento de la decisión. Los Mayores votaron por los candidatos y el sacrificio fue ratificado a pesar de las objeciones de Ryllik, el más viejo. —És un error capitular de esta manera —argumentó. Pero no le respondieron, y llevaron a la joven virgen a la gruta de los humos y le dieron las hojas del sopor. Ryllik miró con desaprobación. —No tendría que ser así —declaró—. Es un error. —Siempre ha sido así —dijeron los demás— en la primavera y el otoño de cada año. —Y miraron con preocupación hacia el sendero donde el sol vertía la mañana sobre el mundo. El dios ya viajaba por el frondoso bosque. —Es hora de partir —dijeron. —¿Alguna vez pensasteis en quedaros y ver qué hacía el dios monstruoso? —preguntó Ryllik con amargura. —¡Basta de blasfemias! ¡En marcha! Ryllik los siguió. —Cada año quedamos menos —dijo—. Un día no podremos ofrecer más sacrificios. —Ese día moriremos —dijeron los de...