El joven Zaphod y un trabajo seguro - Douglas Adams
Una inmensa nave voladora se movía velozmente sobre la superficie de un mar asombrosamente bello. Desde media mañana había estado desplazándose hacia adelante y hacia atrás, describiendo grandes arcos cada vez más anchos, hasta que finalmente atrajo la atención de los isleños locales, gente pacífica y amante de los frutos de mar, que se reunieron en la playa, entre cerrando los ojos ante la cegadora luz solar, para tratar de ver qué pasaba. Cualquier persona de conocimientos sofisticados, que hubiera viajado, que hubiera tenido alguna experiencia, probablemente habría observado cuán parecida era la nave a un archivero, a un enorme y recientemente robado archivero acostado de espaldas, con los cajones al viento y volando. Por su parte, los isleños, cuya experiencia era de otra clase, quedaron impresionados al ver qué poco se parecía a una langosta marina. Charlaban, excitados, acerca de su total ausencia de pinzas, su rígida espalda sin curvas, y sobre el hecho de que parecí...