Servir al Amo - Phillip K. Dick
Applequist tomó un atajo por un campo desierto, subió por un estrecho sendero que corría paralelo a la grieta bostezante de un precipicio, y entonces oyó la voz. Se paró en seco y empuñó la pistola. Escuchó durante largo rato pero sólo captó el lejano roce del viento entre los árboles truncados que bordeaban el risco, un murmullo que se confundía con el crujido de la hierba reseca bajo sus pies. La voz procedía del barranco, su fondo se veía enmarañado y lleno de desperdicios. Se acuclillo en el borde y trató de localizar la voz. No percibió ni un movimiento, nada que revelara el origen. Las piernas empezaron a dolerle. Las moscas zumbaron a su alrededor y se posaron en su frente sudorosa. El sol le producía dolor de cabeza. Las nubes de polvo habían sido bastante finas durante los meses pasados. Su reloj a prueba de radiaciones le informó de que eran las tres. Por fin, se encogió de hombros y se levantó con dificultades. A la mierda. Que envíen una patrulla armada. No era su problema....