Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ilegal

La visita - Iban Zaldua

Es algo increíble. Los fines de semana. Van por la calle como si no existieran más que ellos, dando codazos, no les importa atropellar a la gente. Hay quien recorre la calle con motocicletas que arman un estruendo de mil demonios. ¡Por una calle peatonal! ¡Y a cualquier hora de la noche! Con sus ropas brillantes, con sus pantalones de cuero. No se volverían a ayudar a un anciano con el que hubieran tropezado. Ni aunque fuera su abuelo. El alcohol les sale por las orejas. Ya a las ocho de la tarde hay muchachitas que apenas tienen edad para pintarse vomitándolo todo contra la pared de casa, ahí abajo, ahí mismo. Una amiga se suele quedar con ellas, les grita a las otras que no sean cabronas, que las esperen, que no ves que Vanessa está muy mal, por culpa de Chemi que se ha puesto así. ¡Por culpa de Chemi! Que ha bebido más cervezas, más ginkases de la cuenta, chata. Y ahí está, dale que te pego, hasta que no le queda nada en el estómago, hipando, llorando, diciendo me quiero volver a ca...

El contrabando misterioso - Cuento persa

 En un pueblito de la frontera de Persia había un inspector de aduanas que trabajaba muy seriamente y no se dejaba sobornar. Los contrabandistas, es decir los que intentaban pasar mercadería sin pagar impuestos, lo conocían y le temían y trataban de no pasar por ahí. Sin embargo, había un hombre que lo tenía preocupado. El inspector estaba seguro de que ese hombre traía contrabando. Más que seguro, ¡segurísimo! Pero aún no lo había podido probar. El hombre entraba una vez por semana con una recua de mulas cargadas con enormes fardos y dos muchachitos que lo ayudaban. Cada vez, el inspector lo detenía en la frontera y hacía revisar todo, absolutamente todo. Sus colaboradores le aseguraban que en los fardos había solamente paja. La paja tiene muy poco valor, en ninguna parte estaba prohibida ni había que pagar impuestos por cruzar la frontera llevándola. Lo cierto es que en Persia, en ésa época, no había ningún problema con la paja y el inspector se volvía loco. ¿Cuál era y dónde...