Orión - Sivela Tanit


 

Hoy es el cumpleaños de Orión, seis años… años que se pueden describir como peludos.

Recuerdo cuando mi esposo lo vio por primera vez, era una pequeña bola negra-grisácea de ojos verdes. Estaba en la parte de un jardín cercana al lugar dónde vivimos, parecía parte de una manada, pero fue el único que se acercó y comenzó a frotarse contra sus piernas.

Mi esposo siempre ha sido de la opinión de NO MÁS gatos (sólo teníamos una) sin embargo, el carácter dulce y confiado del minino hizo que su férreo corazón se acolchara un poco. Lo vio un par de días, después ya no.

En la temporada que no volvimos a ver a ningún gato, nos llegó la noticia que algún vecino estaba envenenando gatos. Mi esposo no es cruel y está en contra de ese tipo de cosas, recuerdo que estaba muy preocupado por el destino del minino retozón.

Pasaron dos largas semanas, una mañana en que él salió al trabajo, atravesó la calle y vio a la bola de pelos maullar y andar hacia donde estaba él. Mi esposo se regresó, lo acarició, el gato se dejó cargar y lo trajo a casa.

Nosotros ya teníamos una gatita, pero sabíamos que la bola de pelos nueva era de la calle y podría traer enfermedades, lo llevamos al veterinario y lo mantuvimos en cuarentena. Salió limpio, sin enfermedades y luego de un baño, esa bola peluda resultó que era macho y de color gris con blanco.

Mi esposo lo llamó Orión. Se convirtió en parte de nuestra familia. Sigue siendo cariñoso, busca que lo acaricies, le gusta dormir sobre la cama y pocas veces araña o muerde. Su travesura favorita es tirar el balde donde toma agua… así que por eso ahora uso cubetas de 4 litros y aun así las jala y las va arrastrando por todo el cuarto.

Es un minino que nos ha robado el corazón y tenemos la dicha de estar viviendo con sus peculiaridades por 6 años.

¡Feliz aniversario!

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