Protectores de la historia - Cubillo Steven

 Aquellos guerreros se formaban en filas perfectas, uno a uno, se les veía de tan variados tamaños y colores. Algunas bestias jóvenes, pero no por eso menos astutas, relucían su piel brillante e innovadores conocimientos, otras, tan viejas como el mismo mundo, se mantenían quietas con apariencia de sabios; en sus envejecidos lomos de cuero caminaban sin cuidado algunas polillas que les habitaban.

Todos estaban ahí con una sola misión: proteger con sus corazas la historia. Eran llamados los guardianes de la sabiduría, y al servicio de los humanos defendían con su vida todos los conocimientos registrados hasta el momento.

Dejaban pasar solo a aquellos que con sed de sabiduría tuvieran las agallas de sumergirse en nuevos horizontes.

Se decía que tras ellos se ocultaban universos colosales, portales místicos a otras realidades y las respuestas a casi todas las dudas humanas, pero lo más impresionante es que tras su conocimiento estaba el don de no cometer los mismos errores del pasado.

Pero por alguna razón tenían enemigos que querían deshacerse de ellos y alzando una cruz de oro, dedicaban su vida a cazarlos; hombres incultos con sotanas negras que se enfrentaban a las bestias, las rebuscaban por todo el planeta con la única misión de destruir el conocimiento.

Miles ardieron con el fuego. Pero no pudieron con todos, tenían la batalla perdida, porque siempre habrá uno de ellos para proteger la historia, siempre habrá un libro donde habite un hombre.

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