La mujer del sacerdote budista - Oliver Schreiner
Hace muchos años, en un piso londinense situado al final de largos tramos de escalera, ardía el fuego en una chimenea. En las paredes se veían las marcas que habían dejado los cuadros, ya descolgados; el papel pintado tenía florecillas azules, en el suelo había una alfombra azul de fieltro, y junto al fuego, a un lado, una mujer en una silla. En aquel momento se abrió la puerta y entró la anciana que se ocupaba del portal. -¿Quiere algo esta noche?- preguntó. -No, sólo estoy esperando una visita; cuando haya venido, me iré, -¿Se han llevado ya todas sus cosas? -Sí, dejo sólo esto. La anciana bajó de nuevo, pero volvió a subir con una taza de té en la mano. -Bébase esto, sienta bien: nada ayuda tanto como el té cuando una se ha pasado el día embalando cosas. La joven que estaba junto al fuego no le dio las gracias, pero acarició la mano de la mujer de la muñeca a los dedos. -Me despediré de usted cuando salga. La mujer atizó el fuego, echó los últimos carbones y se m...