Rincón de la poesía: Reflexiones - Sivela Tanit

A veces la oscuridad del corazón es igual de grande a la de una profunda cueva, a veces no oyes ni sus latidos.

En otras ocasiones las emociones del corazón son como un diluvio en el mar, son una sinrazón, también pueden ser como el aire en el desierto; o una estrella nocturna que se repite a sí misma en los cuatro puntos cardinales confundiendo a la mente y a la propia vida; igual pueden ser como la sal del mar, se prueba pero no se ve.

Así es la lucha de mis emociones en mi pensamiento. Confuso y loco. Hundidos en miedos que no existen.

Y deseo, desearía… encontrar la paz y la sabiduría para aprender a vivir. Ser la tranquilidad y la libertad. Quiero ser el sonido de la campana lenta y perezosa, monótona, perdida en las ruinas dentro de un bosque. Sin pasos, sin ruido, en el silencio cálido que proviene de amarse a uno mismo.

Como sonido correr con el viento, jugar con el riachuelo…

Y despierto.

No hay silencio, sólo oscuridad y abismo.

 

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