El pobre Bill - Lord Dunsany
En una antigua guarida de marineros, una taberna del puerto, se apagaba la luz del día. Frecuenté algunas tardes aquel lugar con la esperanza de escuchar de los marineros que allí se inclinaban sobre extraños vinos algo acerca de un rumor que había llegado a mis oídos de cierta flota de galeones de la vieja España que aún se decía que flotaba en los mares del Sur por alguna región no registrada en los mapas. Mi deseo se vio frustrado una vez más aquella tarde. La conversación era vaga y escasa, y ya estaba de pie para marcharme, cuando un marinero que llevaba en las orejas aros de oro puro levantó su cabeza del vino y, mirando de frente a la pared, contó su cuento en alta voz: «Cuando más tarde se levantó una tempestad de agua y retumbaba en los emplomados vidrios de la taberna, el marinero alzaba su voz sin esfuerzo y seguía hablando. Cuanto más fosco hacía, más claros relumbraban sus fieros ojos.) «Un velero del viejo tiempo acercábase a unas islas fantásticas. Nunca habíamos vist...