El Hipnoglifo - John Anthony
Jaris tenía el objeto en la palma de la mano mientras acariciaba con el pulgar el hueco de la cara pulida. —Es realmente la pieza que más estimo en mi colección —dijo—, pero no tiene nombre. La llamo el hipnoglifo. —¿El hipnoglifo? —dijo Maddick dejando otra vez en la mesa un magnífico ópalo venusino, del tamaño de un huevo de ganso y de colores abigarrados. Jaris le sonrió al hombre más joven. —El hipnoglifo —repitió—. Tome, échele una ojeada. Maddick sostuvo el objeto en la palma, acariciándolo suavemente, pasando lentamente el pulgar por el hueco. —¿Esto es su pieza más estimada? —preguntó—. Pero cómo, no es más que un pedazo de madera. —Un hombre —dijo Jaris— puede ser descrito como nada más que un pedazo de carne, pero tiene algunas propiedades insólitas. Maddick paseó la mirada por el cuarto de tesoros mientras acariciaba el hueco con el pulgar. —Es verdad. Nunca he visto más propiedades en un cuarto. La ...