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Mostrando las entradas etiquetadas como duelo

El hombre de arena - E. T. A. Hoffmann (parte 5)

  Lotario apareció en el cenador y Clara tuvo que contarle lo que había sucedido; como amaba a su hermana con toda su alma, cada una de sus quejas caía como una chispa en su interior de tal modo que el disgusto que llevaba en su corazón desde hacía tiempo contra el visionario Nataniel se transformó en una cólera terrible.  Corrió tras él y le reprochó con tan duras palabras su loca conducta para con su querida hermana, que el fogoso Nataniel contestó de igual manera. Los insultos de fatuo, insensato y loco, fueron contestados por los de desgraciado y vulgar. El duelo era inevitable. Decidieron batirse a la mañana siguiente detrás del jardín y conforme a las reglas académicas, con afilados floretes. Se separaron sombríos y silenciosos. Clara había oído la violenta discusión, y al ver que el padrino traía los floretes al atardecer, presintió lo que iba a ocurrir. Llegados al lugar del desafío se quitaron las levitas en medio de un hondo silencio, e iban a abalanzar...

Amor y muerte - Sivela Tanit

Cae la briza de tus rezos en mi cuerpo , tus lágrimas con como lluvia que apaga mi último sol, bajo la esquelética caja con mis restos y tus manos nunca dejarán de tocar mi recuerdo... Estas frases las escribí en un tiempo donde perdí a mi hija, cuando ella se va y tu mundo se derrumba, cuando no te queda nada de ella más que una foto que se seca y algo que usaba siempre.  El corazón es simple y los recuerdos duros, sin embargo, a pesar del dolor... ya no lloro como antes, pero sigo sintiendo su ausencia.

Vivo sin ella - Sivela Tanit

El mundo está lleno de corazones rotos, los sentimientos fueron lastimados a diferente nivel e intensidad. Lo que me lleva a preguntarme ¿El fallecimiento de la propia madre crea un corazón roto? Dos respuestas: si o no (si es que no me encuentro con alguna mente que le gusta complicarse la vida y decir: tal vez), esa decisión se lo dejo a mi amable lector. Cuando recibí la noticia del deceso de mi madre, el mundo que estaba a mi alrededor dejó de girar, sentí una regresión a cuando era pequeña y me tapaba con la cobija para alejar los miedos de la noche. Sólo que ahora esa cobija, por más que intenté ponérmela, no evitó su ausencia. La llamada de su fallecimiento me tomó por sorpresa, ella se estaba restableciendo de una operación de cadera, se le dio de alta y su recuperación era positiva. Yo ya no vivía con mi mamá, recuerdo que la visité un lunes y “la llamada” fue el jueves. Es un sentimiento aterrador, mis pensamientos se paralizaron, actuaba por instinto, todo lo hice c...

Ensayo a mi madre - Sivela Tanit

Mi madre fue la mujer más maravillosa del mundo. Puedo comenzar así, pero yo sé que no es cierto, porque la madre de cada uno de nosotros fue la más maravillosa del mundo. Así que seré más realista y quiero aprovechar que tengo la capacidad de describir a mi madre en una sola palabra: aguantadora (para bien y para mal). Aguantó decepciones, dolores, partos, amenazas, miedos, pérdidas, a sus hijos, un matrimonio que torció su camino, un marido irresponsable, trabajar toda su vida, el amor de sus hijos, el amor de sus nietos, su cansancio, su vejez, sus enfermedades… el peso del mundo. Mi madre fue un enorme bloque, siempre de pie, firme y en sus momentos de flaqueza, (pues fue una persona muy sensible) sólo se rajaba ese bloque, a veces se le caían moronas y se convertían en guijarros que su enorme orgullo hacía a un lado, a veces, ese mismo orgullo recogía los guijarritos y los pegaba con saliva, de regreso a su gran monolítico bloque. A veces nos contaba sobre su infancia, y...