Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como esperanza

Bébase entero: contra la locura de masas - Ray Bradbury

     Era una de esas noches tan rematadamente calurosas en que estás rumbado y sin saber qué hacer hasta las dos de la madrugada, luego te levantas dando tumbos, te remojas con tu fermentado sudor y bajas tambaleante al gran horno del metro donde aúllan trenes perdidos. —Infierno —musitó Will Morgan. Y el infierno era, con un suelto ejército de bestias, gente que pasa la noche errando del Bronx hasta Coney y viceversa, hora tras hora, en busca de repentinas inhalaciones de salino viento oceánico que tal vez te hagan jadear de agradecimiento. En alguna parte, Dios, en alguna parte de Manhattan o más lejos había refrescante viento. Al amanecer, era preciso encontrarlo... —¡Maldita sea! Atontado, Will Morgan vio maniacas oleadas de anuncios, chorros de sonrisas dentífricas, sus ideas propagandísticas persiguiéndole por toda la calurosa isla nocturna. El tren gruñó y se detuvo. Otro tren permanecía parado en la vía opuesta. Increíble. Allí, en la abierta venta...

Primeros amores - Sivela Tanit

Cuando era adolescente me enamoré, era de esos amores primeros, que consideras únicos y eternos, con los que te vez en tu futuro con esa persona. Es un amor tierno, porque es el primero, es un amor confiado porque te entregas con todo tu corazón y alma… y termina. Entonces se guardan palabras en el silencio y el dolor te va carcomiendo, se guardan lágrimas y furias, se bebe la nostalgia del beso lleno de esperanza, se desvanecen los sueños de la luz futura y todo queda en un adiós. En mi visión de infancia me quedé sola, sentí mi primer desamparo y dejé que el espíritu de la nostalgia y el drama envolvieran mi naturaleza,   comencé a adorar la forma en el que viento chocaba con mi rostro, eso me hacía sentir que volaba; amé el silencio y escuché todas las voces de mi cabeza y me asustó reconocer la cantidad infinita de cosas que habitaban en mí. Abracé lo que en ese momento de tragedia entendí como mis “demonios interiores” odiaba el dolor que dejan las ausencias, sentía ...

Amor y muerte - Sivela Tanit

Cae la briza de tus rezos en mi cuerpo , tus lágrimas con como lluvia que apaga mi último sol, bajo la esquelética caja con mis restos y tus manos nunca dejarán de tocar mi recuerdo... Estas frases las escribí en un tiempo donde perdí a mi hija, cuando ella se va y tu mundo se derrumba, cuando no te queda nada de ella más que una foto que se seca y algo que usaba siempre.  El corazón es simple y los recuerdos duros, sin embargo, a pesar del dolor... ya no lloro como antes, pero sigo sintiendo su ausencia.

Señor amor tímido - Fabián Sevilla

     Archivaldo era muy pero muy tímido. Tanto que se pedía permiso para mirarse en el espejo. Estaba enamorado de una chica que viajaba en el mismo colectivo que él, de lunes a viernes, a la ida y vuelta del trabajo. Linda y de ojos tristones, se sentaba siempre hacia la ventana, en la séptima fila, de la Línea 60.      Él jamás le habló o la miró de frente. Fue todo un logro animarse a ocupar el asiento del pasillo junto a ella en cada viaje, de lunes a viernes de ida y vuelta del trabajo, en los últimos cinco años.      Una vez carraspeó la garganta para llamar su atención. Pero la chica ni lo escuchó. Siempre leía el diario, de ida y vuelta, de lunes a viernes, durante los últimos cinco años. Otra vez, Archivaldo quiso ofrecerle una pastilla, pero se puso tan nervioso que en una frenada las mentitas rodaron por todo el colectivo. Ella, leía. Ni lo notó.        Un día, el tímido enamorado sacó coraje y puso este aviso ...