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Historia del demoniaco pacheco - Jan Potocki

  —Nací en Córdoba, donde mi padre vivía en una situación más que holgada. Mi madre murió hace tres años. Mi padre pareció primero echarla mucho de menos, pero, al cabo de algunos meses, con ocasión de un viaje que hizo a Sevilla, se enamoró allí de una joven viuda, llamada Camila de Tormes. Esa persona no gozaba de muy buena reputación, y varios de los amigos de mi padre trataron de alejarlo de su trato; mas, a pesar de las molestias que ellos se tomaron, la boda se celebró dos años después de la muerte de mi madre. La ceremonia se hizo en Sevilla, y, al cabo de unos cuantos días, mi padre volvió a Córdoba, con Camila, su nueva mujer, y una hermana de Camila, llamada Inesilla. »Mi nueva madrastra respondió perfectamente a la mala opinión que se tenía de ella, y sus comienzos en la casa consistieron en querer inspirarme amor. No lo consiguió. Me enamoré, sin embargo, pero fue de su hermana Inesilla. Mi pasión no tardó en hacerse tan fuerte que fui a arrojarme a los pies de mi pad...

El arpa Mágica - Cuento Ruso

Lejos, más allá de los mares azules, de los abismos de fuego, en las tierras de la ilusión, rodeada de hermosos prados, se levantaba una ciudad gobernada por el Zar Umnaya Golova (el sabio) con su Zarina.  Indescriptible fue su alegría cuando les nació una hija, una encantadora Zarevna a quien pusieron por nombre Neotsienaya (la inapreciable) y aun más se alegraron cuando al cabo de un año tuvieron otra hija no menos encantadora a quien llamaron Zarevna Beztsienaya (la sin precio).  En su alegría, el Zar Umnaya Golova quiso celebrar tan fausto acontecimiento con festines en que comió y bebió y se regocijó hasta que vio satisfecho su corazón. Hizo servir a sus generales y cortesanos trescientos cubos de aguamiel para que brindasen y durante tres días corrieron arroyos de cerveza por todo su reino. Todo el que quería beber podía hacerlo en abundancia. Y cuando se acabaron los festines y regocijos, el Zar Umnaya Golova empezó a preocuparse, pensando en la mejor manera de criar ...

Poseídos por demonios - Catherine Crowe

 De todos los ámbitos de la brujería y lo sobrenatural a los que he dirigido mi atención, el de la «posesión demoníaca» es quizá el que despierta mayor fascinación. Muchos médicos alemanes sostienen que hoy en día siguen dándose casos de auténtica posesión, y son varios los trabajos publicados en su lengua sobre la materia; además, creen que el magnetismo es el único remedio, y desechan los demás por resultar, según su parecer, del todo inútiles.  De hecho, consideran la posesión un estado magnético-demoníaco, en el cual el paciente está en comunicación con espíritus perversos o malévolos. Afirman que, si bien se trata de un mal poco frecuente, aflige a ambos sexos y a todas las edades, y es un grave error suponer que ha cesado desde la resurrección de Cristo, o que la expresión «poseído por el demonio», utilizada en las Escrituras, hace referencia simplemente a quien padecía locura o convulsiones.  Los griegos conocían bien esta enfermedad, que no es contagiosa, y, en ép...