El Año 2000 - Robert Abernathy
La mañana del Año Nuevo fue clara y fría. El sol subió y brilló, y respondiendo a esta insinuación de calor, la estación de calefacción urbana despertó con un rugido ahogado. Unas corrientes tibias fluyeron a lo largo de las calles, fundiendo la escarcha que dio al aire de la noche un saludable sabor invernal y unos niños corrieron con trineos nuevos al parque profundamente helado, a patinar y a hacer hombres de nieve. Joe Bloak abrió un ojo y en seguida el otro. Pensó confusamente pero sin melancolía, que la fiesta de la noche anterior tuvo que ser en realidad notable. No sólo se celebró la llegada de un nuevo año, sino también la de un nuevo siglo y un nuevo milenio: ¡El año 2000! (¿No insistió quejosamente un borracho que estaban apresurándose, que el milenio comenzaba el 1 de enero del 2001? Las cornetas y las serpentinas ahogaron sus protestas.) La manta eléctrica cibernética detectó el humor de Joe, que oscilaba entre la pereza y el deseo de actividad. Se desconectó de buen...