Visión del futuro remoto - María Covadonga Mendoza
La tierra está seca, áspera al tacto del único ojo del cielo, que quema con su furia la arena estéril; las huellas de la vida han sido borradas por el aliento de la desolación. A lo lejos, se distinguen las ruinas de atalayas centenarias que hace tiempo doblaron la testuz de piedra, trastornadas por el abandono. El aire cala sus restos muertos en vano intento por resucitarlas. No hay movimiento, ni sonido alguno. En torno a ellas pulula un gran número de seres invisibles, pálidos recuerdos de existencia, señal inequívoca del paso de la muerte. Rondan las jambas derribadas, saltan los muros, dan vueltas alrededor de lo que en otro tiempo fue su hogar. No tienen memoria, e ignoran qué les lleva a volver una y otra vez a aquel sitio donde ya no les recibe nadie. Quieren gritar pero carecen de garganta; o llorar sobre las fosas donde aún reposan sus huesos, pero han sido privados de ojos. Permanecen en un estado de eterna ignorancia y eterna esperanza; separados tant...