La huella del Diablo - Kathy Reichs
Mi siguiente sensación consciente también fue de oscuridad; oscuridad y dolor. Me incorporé lentamente, incapaz de distinguir ninguna forma en aquella boca de lobo. Una intensa punzada de dolor me atravesó la cabeza y pensé que vomitaría. El dolor se acentuó cuando levanté las rodillas y coloqué la cabeza entre ellas. Un momento después, la sensación de náusea desapareció. Traté de escuchar algo. No oía nada, excepto los latidos de mi corazón. Miré mis manos, pero estaban perdidas en la oscuridad. Respiré profundamente. Olía a madera putrefacta y tierra mojada. Extendí ambos brazos con cuidado. Estaba sentada sobre un suelo lleno de suciedad. Detrás de mí y a ambos lados había una pared de piedras ásperas y redondeadas. Un metro ochenta por encima de mi cabeza mi mano se topó con una superficie de madera. La respiración se convirtió en una rápida sucesión de breves jadeos mientras luchaba contra el pánico. ¡Estaba atrapada! ¡Tenía que salir de allí! «¡Noooooooo!» ...