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Mostrando las entradas etiquetadas como vacaciones

Un día perfecto para el pez plátano - J. D. Salinger

En el hotel había noventa y siete agentes de publicidad neoyorquinos. Como monopolizaban las líneas telefónicas de larga distancia, la chica del 507 tuvo que esperar su llamada desde el mediodía hasta las dos y media de la tarde. Pero no perdió el tiempo.  En una revista femenina leyó un artículo titulado «El sexo es divertido o infernal». Lavó su peine y su cepillo. Quitó una mancha de la falda de su traje beige. Corrió un poco el botón de la blusa de Saks. Se arrancó los dos pelos que acababan de salirle en el lunar. Cuando, por fin, la operadora la llamó, estaba sentada en el alféizar de la ventana y casi había terminado de pintarse las uñas de la mano izquierda.   No era una chica a la que una llamada telefónica le produjera gran efecto. Se comportaba como si el teléfono hubiera estado sonando constantemente desde que alcanzó la pubertad.   Mientras sonaba el teléfono, con el pincelito del esmalte se repasó una uña del dedo meñique, acentuando el borde de la lúnula. T...

El empapelado amarillo - Charlotte Perkins Gilman

Es muy poco frecuente que la gente normal y corriente como John y yo consiga una antigua casa solariega donde pasar el verano. Una mansión colonial, una heredad, diría incluso una casa encantada y alcanzaría así la cima de la felicidad novelesca... pero ¡eso sería pedirle demasiado al destino! Sin embargo, no me avergüenza decir que tiene algo raro. De lo contrario, ¿por qué iban a alquilarla tan barata? Y ¿por qué lleva tanto tiempo sin inquilinos? John se burla de mí, claro, pero una ya cuenta con eso al casarse. John es extremadamente práctico. Se impacienta con la fe, siente un intenso horror por la superstición y se mofa abiertamente de todo lo que no pueda verse y tocarse y expresarse con cifras. John es médico, y quizá (nunca se lo diría a nadie, claro, pero esto no es más que un simple papel y un gran alivio para mi imaginación) sea ésa una de las razones de que no mejore más deprisa. ¡El caso es que no cree que esté enferma! Así que..., ¿qué puedo hacer? Si un ...