Puertas - Pablo De Santis
El hombre de impermeable esperó diez minutos a que le abrieran la puerta. -Otro más -dijo el hombre de barba desde el umbral-. ¿Sabe con cuántos policías hablé los últimos días? Pase, se está mojando. El hombre de impermeable se quedó en el pequeño hall . -¿Me va a hacer alguna pregunta nueva? ¿O son las mismas que me hicieron los otros? -dijo el hombre de barba. -A veces, una vieja pregunta encuentra una respuesta nueva. Se sentaron en los sillones de cuero. El hombre de barba no lo invitó con nada. No quería prolongar durante horas aquella reunión. -Vengo a preguntarle por sus libros. -Pensé que hablaríamos del asesinato de mi mujer. -Creo que hay una relación entre sus libros y la muerte de su mujer. El hombre de barba señaló unos libros apilados sobre el mármol del hogar. -Eso lo dice porque no los ha leído. No son novelas policiales. Son libros para niños. -Cuando hay un asesinato, la policía en general tiene que hacer un gran esfuerzo para descubrir pistas. En este caso l...