El secretario del fantasmagórico Club Elíseo - Lord Dunsany
Creo haber contado que en nuestro club existe la costumbre de conversar de jardinería en primavera y verano, o mejor dicho, de escuchar la explicación de lo que los diversos miembros han hecho en sus jardines, o del nacimiento sumamente temprano de una planta, o de su increíble tamaño en el jardín de cualquiera de nosotros; pero cuando llega la estación de las nieblas y el sol se pone detrás de los edificios antes de que termine el almuerzo, acostumbramos a contar historias más entretenidas con el fin de impedir que alguien se duerma delante de la chimenea o que todos los miembros vayan marchándose, alegando algún asunto tedioso. Fue en una de estas ocasiones, cuando uno de nuestro grupo, sentado ante el fuego, y que parecía a punto de dormirse, abrió de pronto los ojos y exclamó: –¡Por favor, que alguien nos hable de algún sitio donde aún brille el sol! Entonces oí que Jorkens respiraba con fuerza. Pero antes de que pudiese hablar, se oyó la voz de Terbut: –Y que se tra...