La montaña de oro - Cuento Ruso
Hace tiempo vivía un hijo de comerciante qué disipó toda su fortuna, llegando al extremo de no poder comer. No tuvo otro recurso que coger una azada e ir al mercado a esperar que alguien lo ajustase como jornalero. Y he aquí que un comerciante que era único entre setecientos, por ser setecientas veces más rico que ningún otro, acertó a pasar por allí en su coche dorado, y apenas lo vieron los jornaleros que en el mercado estaban, corrieron en todas direcciones a esconderse en los portales y en las esquinas. Sólo quedó en la plaza el hijo del comerciante. - ¿Quieres trabajar, mozo? -preguntó el comerciante que era único entre setecientos. - Yo te daré trabajo. - Con mucho gusto, para eso he venido al mercado. - ¿Qué sueldo quieres ganar? - Si me das cien rubios diarios, trato hecho. - ¡Es una suma excesiva! - Si te parece mucho, búscate un género más barato. La plaza estaba llena de gente y en cuanto has llegado, todos han desaparecido. - Bueno, ...