Los cabellos del diablo
En la segunda d é cada del siglo xvii , la ciudad capital de la Nueva Espa ñ a conoci ó un suceso que cubri ó de pavor a todos los que lo conocieron, por su naturaleza sobrenatural y escalofriante. El hecho ocurri ó en la calle de “la buena muerte”, hoy quinta de San Jer ó nimo, pero vayamos al inicio de esta leyenda, ubiqu é monos en el d í a 12 de febrero de 1728, cuando todo empez ó . Reci é n desembarcado de Espa ñ a, Don Crist ó bal Arias de Vel á zquez se encontraba en el despacho de un prominente notario, quien lo pon í a al tanto de la cuantiosa fortuna que le heredara su padre, muerto recientemente. Luego de felicitarlo, el notario pregunt ó al joven si hab í a quedado en buenos t é rminos con su padre. Extra ñ ado, Don Crist ó bal contest ó afirmativamente, a lo que el notario agreg ó en seguida, que el testamento conten í a una disposici ó n extra ñ a. Se ñ alaba que para poder entrar en posesi ó n de sus bienes, Don Crist ó bal deb í a vivir por corto tiemp...